Y fue entonces cuando sucedió...

Tenía 29 años cuando conocí por primera vez el mundo de arte hecho a mano. La luz simplemente se encendió.Todo parecía tener sentido. No hubo un solo segundo de duda. Fue un momento muy liberador y maravilloso. Quiero decir, fue simplemente un momento lleno de alegría. No había lugar para ninguna negatividad. Nunca había estado tan segura de nada en mi vida.

Hay magia en el mundo del arte hecho a mano porque es muy sanador. Hacer arte sin ninguna máquina solo con mis manos, es una manera creativa de mantener el enfoque en el momento presente. Cuando conecto los hilos el uno al otro creando formas, las ideas fluyen a mi alrededor y bailan en mi mente colores vibrantes. Construyó una relación muy cercana con los hilos, puedo ver que tipo de diseño voy a crear.

Hay una cosa que sé sobre la vida y eso es, nada permanece igual. 

Ya sea que esté lloviendo o que el sol esté brillando, siempre estoy creando arte con los hilos. Y eso me lleva a un lugar en el que puedo  sobrellevar la situación. Mi mente está tan ocupada disfrutando las maravillas del momento presente creando nuevas experiencias de aprendizaje. En esos momento no existe el pasado ni el futuro, solo el ahora y las posibilidades de crecer y servir a los demás. 

Cuando te enfocas en lo bueno, lo bueno mejora | Abraham Hicks.

Hacer arte es mi lugar de sanación, si. No tengo miedo de decirlo. Solo espero que cada uno de ustedes encuentren eso que les motive a sentir la vida con más alegría y con aprendizaje continuo. 

Si lo sientes dentro de ti, no viene de ningún otro lugar sino de tu interior.

Entregar todo lo mejor de mi, en mi arte.