La historia de La China se compone de diferentes elementos que nos introducen en la peregrinación de Aztlán a México Tenochtitlan a través de una perspectiva simbólica representada por la transformación de una mujer (La China) y su camino, una evolución multigeneracional que interconecta y complementa cada uno de otro. La China representa la dureza del camino y la importancia de mirar dentro de nosotros mismos para encontrar nuestra fuerza interior. Ella logra conectarse con su animal espiritual “Nahual” para llevar a cabo su misión. Las diferentes etapas a lo largo del crecimiento de nuestro personaje representan valores esenciales que se traducen en nuestros propios caminos; confianza, determinación, coraje y la alineación del corazón con la mente, el cuerpo y el alma. La pluma que La China pone en su vientre representa la llamada de Huitzilopochtli y el embarazo simbólico de la voluntad de continuar el viaje. Los elementos fuego, agua, sangre, piedra, pluma, hueso y corazón representan la gran Tenochtitlán. Esta es también una película que intenta abrazar el poder dentro de las mujeres y la importancia que su fuerza interior tiene en nuestra cultura y sociedad. Es un video musical inspirado en cuentos y leyendas mexicanas antiguas sin la intención de ser una conferencia sobre la historia real, sino una oportunidad para la auto-reflexión sobre la dureza de nuestros propios caminos y un pequeño vistazo al mundo del álbum Moctezuma de Porter.

El video musical de La China es el tercero de una serie consecutiva que intenta representar las ideas y mensajes detrás del álbum más reciente de Porter, Moctezuma. Los dos videos anteriores fueron para las pistas Huitzil y Rincón Yucateco. Cada video representa un aspecto diferente de la colonización española y la vida anterior. La pérdida de identidad es el concepto principal y La China habla, de manera simbólica, del camino para recuperar esa identidad como latinoamericanos: saber y recordar de dónde venimos, para saber hacia dónde vamos.