MARISA
¡Suéñalo, créelo y vívelo! Soy una apasionada del arte y la naturaleza, me encanta decorar mi hogar, amo el atardecer, actualmente el café y disfrutar tiempo con mi familia y amigos.

Meditacion para dormir mejor






Puede haber noches que resulte difícil dormir o mantener el sueño. Y todos sabemos que el cansancio no es nada divertido. Por eso es importante formar buenos hábitos de sueño y ponerlos en práctica. Muchas gente le sirven la atención plena y la meditación para alcanzar una buena noche de sueño saludable, y poder despertar con una sensación de descanso y mucha energía. 

Mitos del Sueño 🌙

Todos tenemos nuestras teorías sobre lo que significa dormir bien, es casi imposible saber qué creer. Empecemos con una teoría muy tradicional, el antiguo mito de que necesitamos ocho horas de sueño. Resulta que ocho no es un número mágico. Es más un promedio que un objetivo real. Es cierto que el promedio ideal, son de siete a nueve horas para los adultos. y es lo que necesito tambien yo, pero eso cambia según la persona y también puede variar con el tiempo. 

¿Y que de ese refrán que dice que lo bueno, si breve, dos veces bueno? Lamentablemente, parece que es cierto. Los excesos, sean de dulces o de sueño, no hacen bien. Si el sueño supera las nueve horas por noche, hay posibilidades de contraer diabetes y patologías cardiacas. Mas que contar horas, debemos escuchar el cuerpo y entender sus necesidades. 

Igualmente, es difícil deshacernos del hábito de contar las horas que dormiremos. Es probable que de ahí surja el mito de que durante la semana podemos dormir menos porque para eso son los fines de semana. Esto tiene una explicación complicada. 
Si, se puede compensar una mala noche durmiendo un poco más, pero si alteramos las rutina de sueño todas las semanas, se puede tener problemas de salud. 

Para poder aprovechar la vida, debemos dormir lo suficiente. Dormir es como comer. Podemos limitarnos a ingerir un par de cientos de calorias al dia, pero eso también provocaría problemas de salud. Se necesita una cierta cantidad de comida y de sueño no para estar vivos, sino para poder vivir bien. 

Y ahora viene un dato sorprenderte. Se afirma que ejercitar por las noches no ayuda a dormir, pero eso es exagerado. De hecho, según un estudio, ocurre todo lo contrario en la mayoría de las personas, el ejercicio nocturno no afecta la capacidad de dormir. Puede ayudar a conciliar el sueño y a mantener el sueño profundo. 
Pero cuidado: si haces ejercicio intenso menos de una hora antes de ir a la cama, es probablemente una mala idea. El cuerpo necesita un par de horas para recobrar la temperatura normal y que se regule al ritmo cardiaco. 

Creo que después de esta información estaremos de acuerdo que es importante dormir bien por las noches. 

Existe la creencia popular de que la cafeína hace mal. Siempre he dicho que es enemiga del sueño y es cierto que es más difícil de eliminar, pero eso no significa que debemos dejar de consumir cafeína. El café y el té no son malos si controlamos los tiempos y la cantidad. Dos o tres tazas antes de las 5:00 p. m. no suelen hacer ningún daño, pero una mayor cantidad a una hora más tardía puede caer mal. 

A ver ¿Cual es el mayor mito del sueño? Hay uno que seguro te suena: el éxito reside en acertar con el truco para adormecerse. Nuestras vidas serian perfectas si los supiéramos, ¿no? Lo cierto es que no hay una técnica que funcione a todo el mundo. No solo eso, cuanto más nos esforzamos, con trucos, reglas y técnicas, mas contraproducente resulta. 

Lo que no es un mito son la meditación y la atención plena. Según varios estudios, la meditación ayuda a relajar el sistema nervioso, y la respiración profunda nos proporciona serenidad. Si buscamos dormir bien  la meditación sería la mejor opción. Nos ayuda a liberarnos de esa mentalidad rígida que nos impide caer en los brazos de morfeo.  

¿Todo listo para relajarte?  


Para prepararte, tomate un momento y busca una posición cómoda. Aunque no suelas dormir boca arriba, recuestate de forma comoda. Si quieres dobla un poco las rodillas. Disfruta y siente cómo el cuerpo se relaja, descansa, siente cómo el cuerpo se hunde en la superficie donde te has acostado. Comienza con una rutina de respiración. Presta atención a la respiración y a en que parte del cuerpo la sientes. En la nariz, la garganta, el pecho o el diafragma. Inhala profundamente en cuatro tiempo y exhala en seis. 

Comencemos. 

Inhala... dos, tres, cuatro. Contenga... dos, tres, cuatro. Ahora exhala en seis... dos, tres, cuatro, cinco, seis. Nuevamente inhala... dos, tres, cuatro. Retenga por cuatro... dos, tres, cuatro. Exhalar en seis... dos, tres, cuatro, cinco, seis. Inhala... dos, tres, cuatro. Contenga... dos, tres, cuatro. Ahora exhala en seis... dos, tres, cuatro, cinco, seis. Inhala... dos, tres, cuatro. Retenga nuevamente contando del 1 al 4... dos,  tres, cuatro. Exhalar en seis... dos, tres, cuatro, cinco, seis. 

vuelve a respirar con normalidad. 

Ahora vamos a hacer una visualización sencilla.




Imaginando un rayo constante de luz cálida que te fluye por el cuerpo desde los pies. Desde los pies, ese rayo cálido de luz solar disuelve todas las tensiones, la incomodidad y empieza a llenarte el cuerpo. Desde los dedos de los pies, uno por uno. sube por los pies. Toma conciencia del calor, del espacio, del alivio.

El rayo continúa viajando por el cuerpo. Sube por la cintura. Este rayo de luz cálida se lleva todas las molestias. Continúa subiendo hasta llegar a los brazos y los hombros. Pasa por las manos y los dedos.  Disfruta la sensación de alivio en el cuerpo, la calma en la mente, mientras el rayo sigue su camino, hasta llegar a la parte de más arriba del cuerpo. Hasta que no quede más que esa sensación de calma. 

Si sientes que la mente sigue activa, permite que el cuerpo continúe descansando así, pero con la mente muy lento, empieza a contar hacia atrás de mil a cero.



Sigue un ritmo constante. Sin apresurarse. Ni intentes dormirte. Concentrate en contar, en pasar de un número al otro de adelante atrás. Piensa que no importa demasiado cuando llega el sueño. 

Y en esa posición cómoda tanto el cuerpo como la mente obtienen la relajación que necesitan. 

Gracias a Headspace por la guia. 


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