La primavera esta aquí pero se ve tan alejada desde mi ventana ¿Será que el frío ha creado un muro que no me deja acercarme a la primavera? No soy ni seré amiga del frío, lo soportó por un tiempo pero terminó rechazándolo.
Aun me pregunto: ¿cómo es que llevo tantos años renegando del frío, y no he hecho nada al respecto? La verdad es que ni yo misma lo sé. O puede que si, a veces.
Dejaré que las sombras de los árboles dancen sobre la pared. Puedo sentir sus movimientos, pero no los puedo tocar. A veces son tan rápidos que no pasan desapercibidos…
Los atardeceres llegan acompañados de calma. Algunos atardeceres me recuerdan a aquellos tiempos cuando esperaba a mi madre regresar del pueblo donde vivía mi abuela (que en paz descanse). Cada vez que mi madre volvía a casa, siempre traía cosas que mi abuela nos mandaba. A veces traía pan de canasta, queso fresco, tamales rojos y carne.
Ella cruzaba la puerta y yo corría a abrazarla con ansias. Luego tomaba su morral para ver lo que había adentro cual fuera un regalo de cumpleaños que yo acababa de recibir.
Sigo insistiendo; no logro ver ninguna flor desde mi ventana. Espero que el frío derrumbe el muro que construyó.
Deja que pasemos sin miedo.
Pronto te llegará la primavera. Buen fin de semana.
ResponderEliminar